La metrópolis, como el corazón de la 'civilización', impone un anonimato y una uniformidad que puede resultar abrumadora para muchos. No obstante, yo veo la urbe y la masa anónima asociada a ella como un lienzo artístico, un territorio inexplorado y caótico que espera ser conquistado. Para lograrlo, adopto diferentes nombres inspirados en mujeres fuertes que han explorado diversas formas de expresión, presentándome de maneras diferentes.

 

En el enfoque creativo, encuentro vital sumergirme en el anonimato y perderme en cada obra, un contraste marcado con artistas que buscan reconocimiento a través de su nombre y firma. Para mí, la creación reside en la posibilidad de perderme, permitiéndome reconstruirme y adoptar diferentes identidades en cada proyecto. Es por eso que utilizo nombres y personalidades distintas, desechando cualquier pasado, sumergiéndome en lo anónimo.

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Martina es la encargada de presentar mis obras más recientes, personificándose como un observador casual que se mezcla con la multitud. Quiero poder capturar la esencia del momento fugaz y transitorio, el único tiempo que considero hermoso para representar. En mi interpretación de las masas, les atribuyo un significado efímero y cambiante, una captura instantánea y constante.

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Como artista, mis obras trascienden las fronteras de las disciplinas, tanto en términos materiales como conceptuales.

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Exhibo mi trabajo en plataformas digitales y espacios expositivos, explorando la dualidad entre lo tangible y lo virtual. La clave de mi expresión artística radica en la capacidad de perderme en el anonimato, permitiendo que cada creación sea una nueva reconstrucción y una oportunidad para ser otra persona.